Un poco de deporte es bueno [Maria]

Era un dia Sabado muy fresco.
Las nueves de otoño cubrian el cielo, evitando el paso de luz solar que estaba sobre una de las colinas, debido a que era la hora del amanecer.
Por suerte, la brisa era agradable, y se convertia en un dia perfecto para correr un poco, pero todo se volveria mas perfecto cuando llegara mi acompañante.
Maria Malfoy.

Me vesti con una polera sin mangas y con un pantalon corto, y por supuesto, tambien con las zapatillas de deporte. La ropa era la adecuada para este momento.
Eran casi las siete de la mañana cuando baje al vesibulo, esperando a que llegase Maria.
Aun no habia mucho movimiento en el castillo, pues no era dia de clases, asi que todos aprobechaban de levantarse un poco mas tarde.
Y nosotros eramos la exepcion.

Me estaba acabando de preparar, no quería llegar tarde,ya me había acabado de vestir estaba decidiendo si llevar el pelo suelto o recogido, así que no me tome mucho tiempo recogí mi pelo en un coleta alta, para que no me molestara a la hora de hacer deporte. Me había puesto unos pantalones negros ayustados que cubrían poco menos de la mitad del muslo, y una polera roja, porque en realidad ha principios de Septiembre no hacia mucho frío, solo por las noches refrescaba un poco.

Salí de mi dormitorio, y empece ha caminar a paso ligero por los pasillos para que no tubiera que esperar mucho, cosa que se facilitaba el no llevar tacones, faltaban cinco minutos para las siete, y en estos momentos yo estaba empezando ha ver las puertas del gran Comedor. No había nadie por los pasillos, comencé ha bajar los peldaños de las escaleras que iban hacia el vestibulo, cuando ya iba a poco mas de media escalera podía verle mejor, me di cuenta de que llevaba una polera con unos pantalones cortos que le hacían parecer mas tremendamente sexy de lo que yo lo era.

Cuando llegue me puse a su lado, y me di cuenta de que sin tacon al lado suya parecia mas baja.- Buenos días, espero no haber llegado tarde, y que no me hallas tenido que esperar mucho.- le dije con una sonrisa, mientas que me acercaba a el y le daba beso de los buenos días.

Al fin la chica que me habia quitado el sueño en estas noches hacia su aparicion. Me costo un poco despegar los ojos de su figura para poder sonreirle cuando ella llego junto a mi, pero es que aquella ropa dejaba mucho para la imaginacion. Sus curvas eran realmente impresionantes.

Le bese suavemente y de forma fugaz los labios a modo de saludo, pues era robable que alguien nos pudiese ver, y debiamos dar un buen ejemplo como profesores a nuestros alumnos.

- No he tenido que esperar mucho, pero sabes que por ti yo esperaria lo que fuese necesario, asi me convierta en un viejo arrugado - le dije en son de broma. Aquella frase tenia dos puntos de vista, que si los unias eran muy basicos en una relacion : el amor y el carisma.

Le tendi una mano para que ella la cogiera y saliesemos al exterior con nuestros dedos entrelazados. - ¿Has pasado una buena noche? - le pregunte mientras comenzabamos a caminar por el vestibulo, para finalmente salir al exterior en direccion a los jardines, que eran un lugar lo bastante amplio para correr un poco.

El me correspondió el beso, me encantaba el sabor de sus labios sobre los míos. Me dijo que esperaría por mi no le fuera necesario, y eso me izo esbozar una sonrisa, nunca me habían dicho algo semejante, y sin duda me encantaba como sonaba eso de sus labios, es un bromista y eso me gusta.

Cuando el tendió su mano en mi dirección yo la cogí, entrelazamos nuestros dedos y nos empezamos a dirigir hacia el exterior de la mano, el me pregunto si había pasado una buena noche,y yo le sonreí.

-Bueno si, pero la noche podría haber estado mejor.- le dije mientras que me ruborizaba levemente, había querido dar a entender que habría dormido mejor si el hubiera dormido conmigo, me hubiera gustado poder dormir abrazada a su pecho, y que el me abrazara a mi, pues desde hace un par de días el reinaba en mis sueños.- ¿Y que tal has dormido tu?

Estaba estaba esperando su respuesta cuando me di cuenta que ya estabamos a penas dos metros del arco por el que se pasaba hacía los jardines.

-¿Como o por donde quieres empezar?.- me gire hacia el a la espera de que dijera algo, yo me abría a sus sugerencias, y podíamos hacer lo que el quisiera. No sabia si mencionar el tema del baile de Halloween, deseaba ir con el, pero no sabia si el tenia pareja ya, por lo que cerre la boca que había abierto minutos antes para hablar. De el lo deseaba todo, me traía loca, pero estaba segura que por mi parte lo nuestro no seria solo un rollo, deseaba que lo nuestro fuera algo mas profundo. Lo que sentía hacia el era amor.

Despues de que ella me dio su respuesta, la mire de reojo, y vi como se extendia por sus mejillas aquel rubor que me encantaba. Y enseguida supe cual era el rumbo de sus pensamiento, y no pude evitar esbozar una sonrisa de satisfaccion.

Me incline levemente sobre ella, quedando mi boca a la altura de su oido. - Cuando desees que tu noche sea mejor, solo me avisas ¿ok? - le susurre, y antes de volver mi cabeza a su posicion inicial, le roze el cuello con los labios, justo debajo de la mandibula.

- Supongo que bien. Aunque como tu has dicho, todo puede ser mejor - le respondi a su pregunta, mitrandola a los ojos y sonrriendo. Aquella se estaba volviendo definitivamente en una conversacion de doble sentido.
¿Pero quien dice que aquello es malo? Lo que mas deseaba en estos momento era poder tener a Maria entre mis brazos, y entregarle la felicidad que ella se merecia.

Ya habiamos llegado al jardin y el cesped por suerte no se encontraba con mucho rocio. En un movimiento rapido me tire al suelo, cayendo de espaldas y haciendo que Maria cayera sobre mio. - Podriamos empezar asi - le dije mirandola a los ojos para luego posar mis labios sobre los suyos.

Cuando vi que sonreía me di cuenta de que el había entendido el sentido de mis pensamientos, acache la cabeza hasta el momento en el que el me dijo que cuando desee que la noche sea mejor, que lo avise. Yo solo pude asentir, pues el me había desconcentrado cuando beso mi cuello. Ante la respuesta que me dijo, yo solo puede sonreír.

Cuando llegamos al jardín. vi que se quedo quieto un momento, yo espera a ver que quería hacer, cuando el con un movimiento rápido, se tiro en el césped haciendo que yo cayera encima de el, cuando el me dijo que podríamos empezar así, yo me ruborice un poco,estaba tumbada encima de el y decidir cambiar de posición para que el no tuviera que soportar mi peso, aun que fuera poco, cuando cambie de posición puse cada pierna a un lado de su cintura.

Le correspondí el beso, me encantaban sus labios, cuando el beso cesó, pues necesitábamos respirar, le mire a los ojos, esos ojos preciosos que tenia.- Se puede decir que es un muy buen comienzo.- le dije mientras que levantaba la mano, para acariciar su cuello, en el que momentos después pose mis labios, y le di un pequeño beso, y acaricie con la punta de mi lengua.

Volví a mirarle a los ojos y decidí hablar.-Yo te avisare cuando desee que mi noche sea mejor, pero no quiero abusar.- le dije esperando que el hablara, mientras que conseguía que giráramos y que quedara yo abajo y el sobre mi.- Quería mencionarte una cosa...- no sabía como pedírselo, así que cogí aire y empece ha hablar.- Hay un baile, y yo, me preguntaba si tu... ¿pues si te gustaría ir conmigo?.- le dije mientras que me ruborizaba.- Pero entendería si no quisieras ir conmigo.- le dije y después me mordí el labio inferior y gire la cabeza para no verle directamente a los ojos..

Sus labios eran suaves y dulces, y se acoplaban perfectamente a os mios, haciendo que cada movimiento fuese imposible de mejorar. Esta mujer me robaba el aliento, y lo digo en el sentido literal, pues nos vimos interrumpidos por la necesidad de respirar. Si fuese por mi, yo no me despegaria de sus labios jamas, el suave roce de su lengua podia convertirse en mi oxigeno personal.

Cuando senti su lengua sobre mi cuello, no pude evitar soltar un gemido de placer. - Creo que no es buena idea que empieces a jugar asi conmigo en un lugar publico - le dije sobre su oiso cuando yo estaba sobre ella. - Si no te habias dado cuenta antes, soy un hombre, y muchas veces es dficil controlarse - agregue, dandole un leve apretoncito con mis dientes al lobulo de su oreja. Era solo un acto jugueton.

El baile de Halloween. Lo habia olvidado completamente.
- ¿Y con quien mas podria ir? - dije, pero me arrepenti enseguida, pues por lo que habia notado, habian profesoras y alumnas que me miraban no solo como su profesor - No desearia ir con nadie mas que no fueses tu - agregue y acto seguido le di un suave beso en la frente.

Alce una de mis manos que tenia apoyada sobre el ceped y comenze a acariciar la piel de Maria, comenzando por su cuello y desenciendo lentamente por sus brazos desnudos. Luego hice el camino de regureso, deteniendo mi mano sobre su hombro.

Al escuchar su gemido, me mordí el labio inferior, cuando le escuche decir lo que no era buena idea que empezara ha jugar así con el en publico, yo sonreí.- No estaba jugando, solo estaba intentando darte un cariño .-¿no puedo? me preguntaba en mi interior mientras intentaba salir de la confusión en la que había entrado cuando su aliento cálido fue hacia mi oreja. Cuando lo conseguí, esboce una sonrisa, y le conteste, intentando que mi voz le pareciera sexy.- Si, me había dado cuenta de que eres un hombre, y que hombre... bueno de vuelta a el tema, no era mi intención hacer que perdieras el control, lo siento. No lo volveré a hacer, si tu no lo deseas.

Cuando me dijo que no desearía ir al baile con nadie que no fuera yo, me ruborice un poco, y pensé que en breve iría a buscar el disfraz.- Yo también deseo ir al baile contigo, mas que con cualquier otra persona, pero no se... pensé que ya te lo habían pedido, ya sabes, tienes a medio colegio atrás de ti.- Se acerco y me dio un beso en la frente.

No vi como levantaba su mano hasta el momento que la estaba por poner en mi cuello, cuando la poso yo cerré los ojos, y apreté los labios para que no se me escapara ningún gemido, me encantaba como se sentían sus caricias en mi cuello, sentí como su mano empezaba a descender por mi cuello, y entonces hay fue cuando se me escapo un gemido, me ruborice un poco, pero no le dije nada pues me encantaba como se sentía su mano seguía bajando por mi brazo, hasta que el comenzó ha ascender de nuevo hasta que se detuvo en mi hombro.

Le mire a los ojos, y levante mi cabeza para acortar la distancia que había entre nuestros labios, mientras que con mi mirada quería darle a entender un <<Te amo mucho>>.

Sole una pequeña risa ante su comentario. ¿Si yo no lo queria? Cualquier hombre que le dijera que no estaria realmente loco, aunque claro, tambien podian ser homosexuales, pero ese era un tema totalmente aparte y que no tenia que ver con esto.
Bese dulcemente su cuello.
- Claro que me gustaria que me hicieras perder el control, aunque lo haces cada vez que te tengo cerca. Solo digo que no es lo mas conveniente que lo hagas en un lugar publico - le dije - porque nunca se sabe como podria terminar - agregue con una sonrisa picara.

Me encogi levemente de hombros, aunque fue solo un poco, pues era muy incomodo si lo hacia estando sobre Maria. - Aunque tenga el colegio entero atras de mi, y todas me lo pidieran, yo solo aceptaria ir al baile contigo - le susurre, mirandola fijamente a los ojos.
Esta mujer sinceramente me robaba el aliento.

El gemido que solto cuando comence a acariciarla fue la gota que revalso el vaso. Ya no agntaba mas, neccesitaba tener a esta mujer entre mis brazos. Cuando alzo su cabeza y acorto la distancia de nuestras bocas, la mire fijamente - Oh, Maria - dije mientras desendia lentamente hacia sus labios, besandolos apasionadamente. Y la mano que se mantenia sobre su hombro, desencio hasta siuarse a la altura de su cadera, justo sobre el borde entre su pantalon y su polera.

Me dio un beso en el cuello no me podía creer que estuviera sintiendo esto no podía soportar sus labios en mi cuello, pero aun así intente poner todo el control que tenia no quería destrozar la situación, al escuchar lo que me decía acerca de que cuando estaba cerca de el lo hacia perder el control no puede mas que sonreír pues yo sentía lo mismo cuando estaba cerca de el.

Me sorprendió mucho que dijera que no le importaba quien lo invitara a el, que aun que tuviera todo el colegio atrás de el, el solo aceptaría ir al baile conmigo.

Cuando le mire directamente a los ojos el dijo mi nombre, y yo en ese momento me di cuenta de que lo necesitaba y que lo deseaba. Cuando sentí que su mano descendía hasta posarse en mi cadera era enloquecedor para mi, no lo pude evitar arque un poco la espalda, como nuestros cuerpos estaban muy cerca se estrecharon, yo baje mis manos, que hasta ese momento las tenia apoyadas en su cuello para acercar su boca a la mía, las deslice hasta donde terminaba su camiseta deportiva, quería sentir su piel bajo mis dedos, lo deseaba, lo necesitaba, deslice mis manos por debajo de la polera, roce su espalda con cuidado, no quería arañarle, comencé su espalda, era suave, cálida, a la vez que musculada pero tampoco en esceso, lo justo y necesario.

Cuando acabamos de besarnos, me acerque ha su oído y le susurre.- Te amo mucho mi vida, Te deseo, no me dejes.- le suplique mientras que le seguía acariciando.

No contaba con que la respuesta de Maria fuese tan directa, y nuestros cuerpos separado por menos de cinco centimetros, se acoplaron perfectamente en el momento en que ella arqueo su espalda, rozando su cuerpo con el mio.
Esto ya se habia ido fuera de mis manos y ya no habia vuelta atras.

Pero todas esas emociones se intensificaron cuando ella comenzo a acariciar mi espalda, aquel cosquilleo que seguia al roce de sus dedos era realmente increible.
Este momento no se podia comparar a ninguno mas vivido anteriormente, y todo era porque me encontraba junto a la mujer que queria.

Mi mano posada anteriormente sobre su Cadera, se introdujo al interior de su polera, comenzando a acariciar suavemente su piel, deslizando mis dedos por todo su abdomen, que era plano y perfecto. - Yo tambien te deseo mas que nada en el mundo - le susurre, pues a estas alturas mi voz ya no era la de siempre.

Su piel cálida bajo mis dedos, era suave. Me acerque un poco mas hacia el, sentí como metía su mano por debajo de mi camiseta y con la mano que antes estaba en mi cadera , ahora había empezado a acariciar mi abdomen, sus caricias me estaban matando, eran suaves, nunca me habían acariciado de esa forma, me volvían loca, y me estaba perdiendo, y hay de mi.

Nos seguimos besando, hasta que nos tuvimos que separar para respirar, mi como mis pechos subían y bajaban mi rápido, a la vez del suyo, lo volví a mirar a los ojos, y empece a besarlo con mas ansias. De nuevo, el me acariciaba y yo lo acariciaba a el, me estaba volviendo loca, y haciendo eso había generado que yo soltara algunos gemidos que acababan en su boca.

Cuando nos separamos un poco para respìrar, mire sus labios, me acerque y le di un leve beso, no se como me las apañe, pero empece a descender con mi boca, mis besos iban bajando por su barbilla asta llegar a su cuello, me deslice asta estar besando justo abajo de su oreja y le susurre cuando el me dijo que me deseaba mas que a nada en el mundo .- Me encanta estar así contigo, no lo cambiaría por nada.

Seguí acariciandole la espalda, esperando su reacción, cada vez llevaba mis manos hacia mas arriba estaba llegando a su omóplato, su espalda estaba muy bien formada, lo amaba en cuerpo y en alma. Y nada iba a cambiar eso.

Esta mujer besaba de las mil maravillas, en sus labios era capaz de encontrar todo lo que yo necesito para vivir, y estoy seguro de que cualquier hombre pensaria lo mismo si se encontrara en la situacion en que yo me encontraba en estos minutos.
Sus manos eran suaves y calidas, y el cosquilleo que me producian por donde pasaban atraves de mi piel era una sensacion unica.

No cabia mas en mi mismo de felicidad.
Pero esto debia llegar hasta aqui.

- Yo tampoco cambiaria por nada este momento, pero si seguimos asi, no se que pasara - Ese era un comentario absurdo, pues ambos sabiamos muy bien lo que sucederia - Es decir, no nos encontramos en un lugar muy apropiado. Ademas, de seguro en el castillo ya han empezado a levantarse - agregue.

Si fuera por mi, la llevaria a mi despacho en este mismo instante.

Seguía acariciando su espalda, su piel, sus omóplatos. Hasta el momento que le escuche hablar al principio dijo que el tampoco cambiaría este momento entre nosotros, pero luego dijo que si seguíamos así no sabia lo que iba a pasar, cuando dijo eso me sentí rara, me sentí como la mala de la película, ha esta situación habíamos llegado por mi culpa, y a el no le gustaba que siguiéramos así.

Lo mire y le escuche decir que no nos encontrábamos en el lugar adecuado, y que a estas horas los que estaban durmiendo ya habían empezado a levantarse. Aun lo tenia sobre mi, sin mimarlo a los ojos saque las manos de debajo de su camiseta, pero no sin antes deslizar mis dedos por su piel por ultima vez. Estaba haciendo todo lo posible por aguantar las lagrimas, me dolía. Pero una parte de mi me decía que tenia razón, ademas yo lo ultimo que quería era que nuestra primera vez juntos fuera por un calenton.

- Tienes razón.- le dije sin mirarle a los ojos, sabia que si lo hacia rompería a llorar, no me podía explicar como habíamos llegado a estar así, había sido mi culpa, el no quería.

Decidí que no le haría nada, que esperaría a que fuera el el que diera ese paso, solo besos, abrazos y alguna caricia. Pero el siguiente paso lo tendría que dar el. Sin darme cuenta perdida en mis pensamientos, por mis ojos empezaron a caer algunas lagrimas, yo ice todo lo posible por que el no se diera cuenta, pero creo que no lo conseguí.

Solo tenia claras tres cosas, primero lo amaba, segundo quería estar con el en cuerpo y alma, tercero y por ultimo esperaría a que el fuera quien diera el paso siguiente.

Comence a sentirme realmente mal. Aunque ella no me miraba directamente a los ojos, podia notar la tristeza en ella, sobre todo en su voz. No podia permitir que la mujer que amaba se encontrara en este estado.
Definitivamente debia hacer algo.

Me incline sobre ella y bese dulcemente su frente.

-Porfavor, no te pongas asi - eso era lo que podia decir, pues no era el lugar adecuado para compensarla. ¿El lugar adecuado? Creo que se me acababa de ocurrir la solucion.
Me puse de pie de un salto y extendi mi mano a Maria para ayudarla a levantarse.

- Creo que ya es hora de volver al castillo - le dije guiñandole un ojo, para que ella se sintiese confusa por mi cambio de actitud.

Tenia planeado llevarla a las mazamorras si era necessario.

Estaba de lado pensando en los momentos que habíamos pasado ente besos y caricias, lo dos juntos sin que nadie nos interrumpiera, pero el había decidido parar, y seria por algo.

Cuando sentí que el se inclinaba hacia adelante un poco, y que besaba levemente mi frente. Escuche como me decía, que por favor no me pusiera así, pero yo no podía evitarlo nos tendríamos que separar y eso no me gustaba. Sin poder evitarlo de dije.- Yo te amo Jace.

Le mire a los ojos, y me pareció notar que sus pensamientos en estos momentos no estaban con nosotros, no se porque me entro curiosidad por saber que es lo que estaba pensando. Lo seguí mirando cuando vi un brillo distinto en sus ojos, vi como se ponía muy parido en pie, al principio pensé que había echo algo que a el no le había gustado, pero luego vi como estendijarse su mano hacia mi.

Cogí la mano que el me extendía, cuando me estaba ayudando a levantarme me dijo que ya era la hora de regresar a el castillo, por lo que yo entendí seria la hora de separarnos, pero lo le mire a la cara y vi como me guiñaba un ojo, eso me dejo totalmente confundida.

- ¿A donde vamos? ¿Me acompañas a mi habitación? ¿vas a dejarme allí?.-le pregunte muy confundida, a lo mejor me había ayudado a levantarme para eso, y cuando llegáramos a donde me llevara el cogería me dejaría en la puerta y se iría... definitivamente esa idea no me gustaba.

Definitivamente tendria que aprender a controlar mis emociones, porque cuando Maria dijo aquellas palabras, se formo un nudo en mi garganta, que elimine enseguida aclarandome la garganta, pues no queria que ningun estado sentimental aflorara por mi rostro, o mejor dicho en mis ojos.

Cuando ella ya estuvo levantada, apoye la palma de mi mano sobre su rostro, mirandola dulcemente, pues lo que yo sentia era realmente sincero.

- Cariño, sabes que yo tambien te amo, y que desde el primer dia en que te vi, mi mayor deseo es poder hacerte feliz - le dije, para luego posar suavemente mis labios sobre los de ella, solo un roce leve.

Acto seguido, la cogi de la mano, para comenzar a guiarla por el camino en que habiamos venido, pero esta vez de regreso al castillo.
lo bueno era uqe no se encontraba demasiado lejos.

- ¿Tu habitacion? creo que no es mala idea - comente distraido, y sin poder evitar que una sonrisa se asomara por mi rostro.

Cuando con su ayuda me levante le mire a los ojos, y vi como el estiraba su brazo asta posar su mano en mi mejilla, aun con la otra mano unida, era una mano suave, que al contacto con mi piel hacia que a través de esta mi mejilla se calentara. No me podía creer lo que el producía en mi.

Escuche como me decía que el también me amaba y que desde el primer momento en que me vio solo deseaba hacerme feliz, me mordí un poco el labio inferior, cuanto mas le me hablaba mas me enamoraba de el. - Yo también deseo hacerte feliz. Poder darte lo que desees.

Al principio pensé que el podría llegar a tener algo con la alumna o con la profesora de encantamientos. Pero descare esa idea de la cabeza cuando escuche lo que el me decía, vi como se me acercaba para darme un beso, yo le respondí un poco, pues no quería que llegáramos a estar en la misma situación que momentos antes.

El empezó a guiarme por el camino que habíamos hecho momentos antes, pero esta vez de vuelta hacia el castillo. Escuche lo que dijo de mi habitación y no pude evitar sonreir, pero no me importaba el lugar, solo quería estar con el, junto a el, donde nadie pudiera molestarnos.