Fin de las clases por hoy. Al fin poder descansar un poco.
Ni pensar en la sala común, ese lugar estaría lleno de niños, sin duda alguna.
Tomé mi mochila y caminé con paso decidido hacia la biblioteca, sentándome en una mesa cercana a la ventana.
Atras mio había un gran estante, estiré la mano por detras de mi espalda y tomé un libro cualquiera sin siquiera mirarlo.
Para mi suerte, era un libro de Artes Oscuras, comencé a ojearlo calmadamente. El silencio era espectacular.
Escuché un par de pasos, no presté importancia.