eNombre:
Daphne Greengrass
Edad:
15
Preferencias para pareja:
Chicos.
Raza:
Caucásica
Sangre:
Pura
Familia:
Astoria Greengrass
Ocupación/Profesión:
Estudiante de Hogwarts
Casa:
Slytherin
Aspecto:
Daphne, aunque es una chica de 1.60 m. Aunque tiene un cuerpo maduro para su edad, y arregla su altura con zapatos elevados. Siempre lleva la corbata descolocada y la falda ligeramente subida a medio muslo, por comodidad. Tiene una melena larga, ondulada y rubia y ojos azules intensos. Posee unos rasgos característicos, pues a pesar de tener un rostro angelical, su sonrisa muestra lo contrario, pues es traviesa.
Cearácter:
Es una persona presumida, popular y atrevida. Tiende a decir lo que piensa sin contarse un pelo, aunque cuando luego lo piensa, se arrepiente de alguna cosa que dice. Cabezona por excelencia, siempre lleva la razón. En el tema de los muggles, e hijos de muggles, protesta, pero, a la hora de la verdad piensa que ellos no tienen culpa de ser así. Hermione Granger le cae mal, pero porque siempre saca mejores notas que ella (menos en pociones), aunque siempre lo achaca a que es muggles, pero eso realmente no es cierto. A veces es demasiado fría y calculadora pero por propia naturaleza...y por defender y mantener su imagen de impenetrable.
Historia:
Desde pequeña siempre ha sido la referencia para su hermana pequeña, Astoria. Sus padres, con descendencia pura, desprecia a los muggles y todo lo relacionado con ello. Es en ésa cultura en la que vivió, pero en su interior empezó a crecer el interés por la vida muggle. A pesar de éso, tras muchos palos, tuvo que hacerse una coraza y hacer creer a todos que les eran indiferentes, para así, no crear problemas en la conducta de su hermana según sus padres. Actualmente, delante de sus amigos Slytherin, se hace la dura, pero, a escondidas, habla con algunos hijos de muggles.
Otras cosas:
Daphne tiene especial habilidad en pociones (Lo aprendió de Theodore Nott.
Su patronus es un ornitorrinco.
Le gusta hacer rabiar a los demás y hacerse la interesante, además de mirarse al espejo y presumir de lo perfecta que es, a sabiendas que en el fondo, es todo una mentira, pero ella no está dispuesto a aceptarlo aún.
Su boggat es ver a su hermana muerta.
Tiene la manía de arrugar la nariz cuando algo le desagrada y de poner morritos cuando algo que se propone no sale bien.