Quién dice que no puedo estar aquí?(Alex)

Es comín en mi ir dando saltos y montando barullo por los lugares, en cambio esta vez estoy llendo un poco más lejos de lo permitido ya que sin que nadie lo note me he colado en la sala común de los Gryffindor, los enemigos de las serpientes por naturaleza, realmente no estoy por razón concreta, si no porque jamás he estado dentro y me da curiosidad, ni siquiera me apetece molestar. Lo que si es claro es que quien me pille me va a matar sobre todo si es el profesor que controla esta casa.
Además de que ni siquiera he entrado de un modo invisible, o con un conjuro por el cual tomase la forma de un compañero que fuera de la casa, si no que me he colado silenciosamente como si fuese un ninja, montado en mi escoba y siguiendo a un chico de primero.
Me sitúo aun volando en el techo hasta ver que no hay moros en la costa y desciendo sin darme cuenta de que hay alguien sentado en los sillones frente al fuego, que no es ni más ni menos que Alex, una conocida mía con la cual me he cruzado barias veces, aunque hasta este año no he tenido el placer de amigarme con ella.
Doy pasos miedosos y nervosos hacia atrás para irme pero ya es demasiado tarde, y ella ya me ha visto.
-Mierda- me quejo- buah! que bonito ese fuego no?- digo la primera gilipollez que se me ocurre-... vale para que hacer el tonto si me has pillado... vas a delatarme?- pregunto mientras sujeto la escoba en una de mis manos enguantadas.

Salí del dormitorio con un libro bajo el brazo y me senté frente a la chimenea, encendiendola con mi varita, no por el calor, si no por la luz.
Leí y leí durante largo rato. La sala común estaba tan silenciosa, era perfecta para una buena lectura. Era algo extraño tanto silencio, incluso era un poco incomodo en ocasiones...
De pronto escuché pasos rápidos, luego unos mas lentos que se alejaban un poco de donde yo estaba. Me giré y allí estaba un chico de Slytherin, tratando de huir... era Kenji...
Iba a decir algo, pero él habló primero, no pude reprimir una carcajada. Negué con la cabeza.
- No te delataré... ¿Estas loco?... no soy de esas - reí. Le hice un gesto con mi cabeza para que se acercara y se sentara, él, al parecer, no quería: - Vamos, ven rápido que no muerdo - reí nuevamente.

Me encuentro frente a ella, quien al parecer no tiene intención de delatarme, pero si de reírse, pues se roe, supongo que de mi y mi situación, aunque yo también lo hago, y lo haría si fuese ella, y es que ciertamente soy un idiota, en los follones que me meto.
Me indica que me siente junto a ella, -No- me niego en rotundo, pero vuelve a insistir, esta vez ya accedo y con un movimiento de cabeza me coloco en el sillón de enfrente, dejo la escoba a un lado y desparramo cansado.- que conste que me siento porque estoy cansado- bromeo- pero que no me fío... quien me dice que no te va a dar una rabia repentina y me vas a morder, arrancándome un trozo y que se me cree una ulcera... - digo entre cerrando los ojos, en broma e incorporado hacia delante,para después disculparme dejando las bromas a un lado.- siento haber interrumpido tu lectura- la observo y espero su respuesta.

No pude reprimir una nueva risa ante sus bromas.
-Maldición, si que sabes hacer reír - dije cuando me calmé por fin.
Lo miré y me mordí el labio cuando comenzó a disculparse.
-No, no es nada... la verdad, he leído este libro tantas veces que me lo se de memoria, no es de importancia - dije con una amable sonrisa.
Miré la escoba que estaba allí, junto a él ¿Había subido volando?... Wow... eso si era arriesgado...
-Y... que hacer por aquí? no es nada normal que un Slytherin se cole en la sala de los Gryffindor... o ¿es que las serpientes planean algo siniestro en contra de nosotros, los leones? - dije arqueando una ceja, no sería extraño que eso ocurriera, pero lo dije en tono de broma..

Sonrío al ver que le hizo gracia lo que dije, y es que son mis típicos comentarios, en broma. Mientras me alegro de que no le haya molestado nada el que la interrumpa me voy quitando la capa de mi casa, acomodo la corbata y remango mis mangas, de este modo es como consigo una plena comodidad.
-Me alivia saberlo- digo percatándome de que mira la escoba, pero no hago caso ha este gesto y continuo la conversación que me acosa de un modo bromista.- jajaja.... No que va, o al menos que yo sepa, de todas formas no soy de los que se meten en las tonterías competitivas que se traen entre las casas, es una perdida de tiempo, en mi opinión... ya que para liarla de verdad tu enemigo es tu mejor amigo...- comento poniendo cara de entre nostalgia y pena, cuando digo eso pero lo disimulo con una sonrisa.

Asentí ante su comentario, sobre la perdida de tiempo que eran las peleas entre las casas. Era muy cierto... también sus ultimas palabras... "Tu enemigo es tu mejor amigo"... era cierto, por eso mismo yo casi no consideraba a nadie como mi "amigo".
- Creo que tienes razón, no siempre se puede confiar - subí mis pies al sofá y lo miré.
Noté su cambio de expresión, un poco de nostalgia y tristeza, tras esa sonrisa que siempre mostraba.
-Por lo que veo, sabes lo que se siente... tener a un amigo, que en realidad es tu enemigo - dije mirándolo con un poco de curiosidad - Si quieres hablar de eso, puedes confiar en mi... Yo no defraudo a nadie... nunca - susurré - Pero si no quieres, te comprendo...
Algo en mi, quería darle confianza a él, tal vez él si sería mi amigo.

Observe la cercanía con la que me trata y veo que no solo eso , es lo que nos acompaña si no además el pensar de modos tan parecidos, tal vez, ella podría ser con la que compartiera mis experiencias por primera vez y que descargase todo aquello que me es molesto desde que nací.
Quitándome ese ladrillo que cargo a la espalda de un modo tan molesto.
-Quieres que seamos confidentes?... si te soy sincero en mi vida lo he sido con nadie, pero he de decir que me da que puedo confiar plenamente en ti, y que si yo cuento tu cuentas...- me explico un poco nervioso como si fuera a descubrir mi mayor travesura.-... además ya me va haciendo falta después de 19años confiar en alguien- le digo antes de soltar la verdad- Realmente lo digo porque me han puteado mucho, incluso mi familia, por lo que jamás confío en nadie y si piensa que tu enemigo es tu mejor amigo, es por que no te puede traicionar ya que para ti ya siempre lo hace.- le explico nervioso revolviendo mi pelo.